Como el tiempo que pasa antes de llegar a tu mesa disminuye la calidad del AOVE (y la solución para mantener su frescura)

La ciencia confirma que la exposición prolongada al aire y, sobre todo, a la luz son grandes enemigos del AOVE. La luz actúa como catalizador de la oxidación. Es decir, acelera la destrucción de vitaminas liposolubles como la A y la E, y consume los polifenoles al intentar contrarrestar ese proceso. Investigadores de la Universidad de Perugia (Italia) incluso comprobaron que, en apenas seis meses de exposición a la luz, un aceite de oliva extra virgen puede perder entre un 72 % y un 90 % de sus polifenoles, responsables de su frescura y de muchos de sus beneficios para la salud.

¿Qué significa todo esto para tu botella de aceite?

Los polifenoles perdidos implican menor poder antioxidante y menor capacidad de protección cardiovascular, mientras que las vitaminas y aromas naturales también disminuyen. Dicho de otra manera, el frutado ideal, se pierde, dando paso a sabores planos e incluso defectos. Además, investigaciones italianas han demostrado que ni siquiera las botellas de vidrio verde oscuro logran detener del todo este deterioro; tras unas semanas en estantes, los aceites sufrieron reducciones marcadas en sus compuestos fenólicos y dejaron de ser clasificados como “extra vírgenes”. Por ello, los expertos recomiendan siempre almacenarlo poco tiempo y en lugares oscuros, y consumirlo sin dejar pasar demasiado tiempo desde la compra.

Ahora bien, ¿qué hace especial a un aceite de oliva extra virgen de alta calidad y por qué es vital conservarlo bien?

Los AOVEs premium suelen ser de cosecha temprana, lo que significa que las aceitunas se recogen antes de madurar por completo. Esto les da más polifenoles y un sabor más intenso y afrutado. Además, se obtienen por prensado en frío, un proceso que no supera los 27 °C y que preserva mejor los compuestos aromáticos y nutritivos. El resultado es un aceite con baja acidez, lleno de matices en aroma y gusto. 

La clave está en disfrutar de un AOVE fresco y correctamente conservado. En CALPORT hemos diseñado un modelo que responde a las necesidades del consumidor. Desde Tacna, la principal zona productora de aceite de oliva extra virgen en el Perú, realizamos la cosecha manual de aceitunas seleccionadas que luego pasan por un cuidadoso proceso de prensado en frío. Gracias a nuestro sistema de entrega directa a domicilio, recibes un producto prácticamente recién elaborado, con todo su frutado intenso, antioxidantes intactos y una acidez baja, garantizando así una experiencia saludable en cada gota.

En CALPORT creemos que cada botella de AOVE no es solo un ingrediente, sino la puerta a un Momento Calport. En este caso, un momento saludable: ese instante en el que eliges cuidarte con lo natural, con lo fresco, con lo auténtico. Nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra llega a tu mesa con toda su pureza intacta, para que lo conviertas en un ritual diario de bienestar y sabor.